Cuando aumentan las bendiciones, nos arrodillamos

Los asteriscos marcan cada diapositiva de presentación de PowerPoint.

Bosquejo del sermón por Julian Archer, director de mayordomía, División del Pacífico Sur

No escuchamos sermones sobre el dinero con mucha frecuencia, pero si Jesús predicara todos los sábados, a menudo recordaríamos que nuestra relación con el dinero y las bendiciones materiales puede ser nuestro obstáculo espiritual número uno. Alrededor del veinticinco por ciento de las enseñanzas de Jesús trataban de eso. ¿Te imaginas si nuestros predicadores se enfocaran en los peligros y el uso correcto del dinero una vez al mes?

* Jesús está a la puerta del corazón de cada persona. Está llamando suavemente a la puerta del corazón. Él sabe que nos gusta llenar nuestros corazones con dinero y bendiciones materiales, pero desea urgentemente que le abramos la puerta de nuestro corazón. ¿Estás luchando por abrir la puerta de tu corazón a Jesús debido a las bendiciones materiales que te ha dado?

* Jesús mismo dijo que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios (Marcos 10: 25).

* En 1789, John Wesley, el fundador de la Iglesia Metodista, escribió estas desafiantes pero poderosas palabras: “Dondequiera que se propague el verdadero cristianismo, debe generar diligencia y frugalidad, las cuales, en el curso natural de las cosas, deben generar riquezas. Y las riquezas naturalmente engendran orgullo, amor por el mundo y todo temperamento que es destructivo para el cristianismo”.

* Leamos eso nuevamente mientras observamos cada paso en el proceso. “Dondequiera que se propague el verdadero cristianismo, *debe causar diligencia* y frugalidad, que, en el curso natural de las cosas,* ¡debe engendrar riquezas! *Y las riquezas naturalmente engendran orgullo, *amor por el mundo, y todo temperamento *destructivo del cristianismo”.

¡Pum! ¡Guau! Esa es una secuencia peligrosa de eventos, pero se puede ver en la vida de individuos, familias, congregaciones e incluso naciones enteras. Se enriquecen y se alejan de Dios.

Como mi última cita antes de pasar a las soluciones de Jesús para este problema de “fe versus finanzas”, me gustaría presentarles a una dama que es una de mis autoras favoritas.

* Su nombre es Elena G. de White, y la respetada revista Smithsonian la reconoció como una de “Los cien estadounidenses más significativos de todos los tiempos”. Junto a estadounidenses famosos como Neil Armstrong (el primer hombre en pisar la luna), Steve Jobs (fundador de Apple Computers), Madonna y Elvis Presley (leyendas de la música rock) y Michael Jordan (jugador de baloncesto), también vemos a Elena G. de White en la lista.

* Elena G. de White escribió muchos libros y miles de artículos sobre temas de educación, salud, crianza de los hijos, espiritualidad y mucho más. De hecho, con sus libros ahora traducidos a más de ciento cincuenta idiomas, ¡es la autora estadounidense de no ficción más traducida de la historia y la autora femenina de no ficción más traducida de toda la historia!

Creo que Dios le dio el don de profecía. Ella fue usada por Dios para guiar y animar a su pueblo en estos últimos días de la historia de la tierra. ¡Qué hermoso don!

Elena G. de White escribió mucho sobre el dinero y las bendiciones materiales. Aquí hay un párrafo que ella escribió sobre nuestro tema de hoy.

* “‘He aquí, yo estoy a la puerta y llamo’ [...]. El Huésped celestial está parado a tu puerta, mientras tú amontonas obstrucciones para impedir su entrada. Jesús está llamando a través de la prosperidad que te da. Te llena de bendiciones para probar tu fidelidad, para que puedan fluir de ti a los demás. ¿Permitirás que tu egoísmo triunfe? ¿Desperdiciarás los talentos de Dios y perderás tu alma por el amor idólatra de las bendiciones que él ha dado?” (Review and Herald, 2 de noviembre de 1886)

* Así que aquí estamos, tratando de equilibrar nuestra fe y nuestras finanzas. Muy a menudo parece que cuando aumentan nuestras finanzas y bendiciones, nuestra fe disminuye. Pero luego, cuando nuestro saldo bancario baja, volvemos a arrodillarnos, suplicando ayuda a Dios.

Cuando aumenta el dinero disminuye la fe. ¿Hay un equilibrio? ¿Nos da Dios una solución?

* Pasemos a las palabras de Jesús en Mateo 6: 19-21. “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el moho destruyen, y donde ladrones entran y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el moho destruyen, y donde ladrones no entran ni hurtan, porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”.

Esa es una enseñanza muy sencilla. Dios quiere que tomemos nuestras bendiciones materiales aquí en la tierra y las mejoremos para convertirlas en una inversión eternamente segura en el cielo. ¡Dios desea mejorar sus inversiones! Jesús nos invita a invertir sus bendiciones en su obra y a confiar en que Dios continuará supliendo nuestras necesidades terrenales.

Sí, tenemos que seguir trabajando duro y ganando dinero para proporcionar comida, techo y ropa a nuestras familias, pero no debemos confiar en ese dinero. Hemos de confiar en Dios. Y estamos llamados a invertir algunas de nuestras bendiciones materiales en la obra del cielo, ganando almas para el reino.

* Veamos Mateo 6:24: “Ninguno puede servir a dos señores, porque odiará al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a Mammón”.

¿Qué es Mammón? Sí, así es, Mammón se refiere a dinero e inversiones, bendiciones materiales. Jesús nos está diciendo que es imposible servir al dinero y al mismo tiempo servir a Dios.

* ¿Sabías que incluso Jesús fue tentado a enfocarse en las bendiciones materiales y las riquezas mundanas? Mientras estaba en el desierto, Satanás trató de tentarlo a pecar.

Leamos al respecto en Mateo 4: 8-11: “Otra vez lo llevó el diablo a un monte muy alto y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: ʻTodo esto te daré, si postrado me adorasʼ. Entonces Jesús le dijo: ʻVete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y solo a él servirásʼ. El diablo entonces lo dejó, y vinieron ángeles y lo servíanˮ.

¿Entonces, cuál es la solución? En realidad es muy simple y fácil de recordar.

* A medida que nuestras bendiciones AUMENTAN, nuestras ________ deben BAJAR. ¿Puedes adivinar la palabra que falta?

* A medida que nuestras bendiciones AUMENTAN, nuestras rodillas deben BAJAR. Y cuanto más suben nuestras bendiciones, más deben BAJAR nuestras rodillas.

* Leamos esa cita de John Wesley nuevamente. “Dondequiera que se propague el verdadero cristianismo, *debe causar diligencia *y frugalidad, que, en el curso natural de las cosas, *debe engendrar riquezas. *Y las riquezas naturalmente engendran orgullo, *amor por el mundo y todo temperamento *destructivo del cristianismo”.

Pero mira lo que sucede cuando nuestras bendiciones suben y nuestras rodillas bajan en oración y acción de gracias. Podemos cambiar esta cita para que diga:

* “Dondequiera que se propague el verdadero cristianismo, * debe causar diligencia * y frugalidad, que, en el curso natural de las cosas, * debe engendrar riquezas. Pero ahora ponemos a Cristo en el centro de nuestras vidas. * Y las riquezas nos llevan a la oración y al agradecimiento, * y a la generosidad humilde y sacrificial que es parte del * verdadero cristianismo.”

Que Dios nos siga bendiciendo a todos. Mantengamos nuestros ojos en Jesús y usemos sus bendiciones para su gloria.

Julian Archer

Julian Archer

Julian Archer es el director de mayordomía de la División del Pacífico Sur. Es el fundador del ministerio Fe vs Finanzas y autor del libro: HELP! I’ve Been Blessed: How to stop God’s blessings from becoming curses. [¡AYUDA! He sido bendecido: cómo evitar que las bendiciones de Dios se conviertan en maldiciones] (Acceda a la presentación de PowerPoint de este sermón aquí: https://stewardship.adventist.org/april-june-2023 o código QR. Los asteriscos indican dónde se encuentra el párrafo en la presentación de PowerPoint).