Desde diciembre de 2014, Rachel y Gnouma han sidouna pareja especial. Comenzaron a servir como pionerasde Misión Global en la ciudad de Conakry, Guinea. La gente las llama las evangelistas.

Pasan sus días haciendo amigos en la comunidad y visitando las familias. Su mayor reto es el trasfondo musulmán de la mayoría de la población; ochenta y ocho por ciento dela gente es musulmana en Guinea. La oración intercesora y el ayuno han demostrado ser esenciales para crear intereses en las personas para iniciar estudios bíblicos. Muchas veces estos grupos de estudio tienen que reunirse en lugares secretos. La mayoría de los conversos testifican de que se convencieron por las oraciones contestadas y a través de sueños que tuvieron.

Una madre cariñosa

Hace dos años nuestras dos evangelistas intentaron compartir el libro La gran esperanza, con una mujer musulmana, llamada Salma,* pero ella se negó a aceptarlo. Después de algún tiempo, su hijo se enfermó gravemente y fue hospitalizado. A medida que su situación empeoraba, Salma llamó a las evangelistas para que oraran. Dios respondió, y el niño se sanó. La madre comenzó a venir a la iglesia para estudiar la Biblia a pesar de la oposición de su esposo.

 La madre ha sido golpeada varias veces, a veces en público. En una ocasión la Misión Adventista tuvo que llevarla al hospital para ser tratada. A menudo, debido a su nueva fe, se la privó de comida. La última vez que fue maltratada fue después de asistir a la reunión vespertina de oración Dios Primero dirigida por el Ministerio de Mayordomía en enero de 2019. Al día siguiente, viernes, Salma, como de costumbre a pesar de la paliza, vino a limpiar la iglesia Central adventista de Conakry y a orar mientras la mayoría de las personas de la comunidad se congregaron en la mezquita. El sábado por la mañana, asistió fielmente a la iglesia.

Las hermanas gemelas

Después del divorcio de sus padres, Rachida y Shaheen, hermanas gemelas, se quedaron con su padre musulmán. Ellas mismas eran musulmanas practicantes. Mientras visitaban a su madre, durante unas vacaciones, conocieron a nuestras dos pioneras de Misión Global, Rachel y Gnouma.

Al principio las gemelas se mostraron inflexibles de que el profeta Mahoma era el último profeta y estaban completamente en desacuerdo con la idea de que Jesús pudiera ser el Hijo de Dios. Después de mucha oración y varios estudios bíblicos con las pioneras de Misión Global, las chicas adoptaron la fe cristiana y decidieron ser bautizadas en lapsos de un año. Esta decisión no fue sin repercusión.

Cuando su padre observó que ya no estaban realizando las oraciones islámicas, comenzó a cuestionarlas. Al principio tenían miedo de revelar su nueva fe. Su padre trajo un maestro islámico para enseñarles el Corán. Un día, el padre las vio estudiando la Biblia, y esto confirmó sus sospechas. Fueron severamente golpeadas. Su padre arrojó sus pertenencias personales fuera de la casa y las desheredó. Con el apoyo de su madre y de las pioneras de Misión Global, las hermanas gemelas ahora son miembros activos de la juventud adventista y cantan felices en el coro de la iglesia.

 El campo está maduro, y vidas son transformadas diariamente en Conakry, Guinea y en otros lugares. Por la gracia de Dios, la iglesia creció más del diez por ciento el año pasado en Guinea. Al apoyar a los pioneros de Misión Global y a otros misioneros a través de nuestras ofrendas, la misión de Dios se está expandiendo a «regiones inalcanzables».

*Los nombres de las tres creyentes han sido cambiados.

Michel Guilovogui Kalapili

Michel Guilovogui Kalapili es el secretario-tesorero de la Región de Guinea, Iglesia Adventista del Séptimo Día, Kaporo Rail, Guinea.