Desbloqueando los recursos de Dios a la manera de Dios
El año 2024 es un tiempo de celebración para la Iglesia Adventista del Séptimo Día, ya que marca el 150 aniversario de un largo viaje de envío de misioneros de todas partes a todas partes. Nos regocijamos por este logro histórico y reflexionamos sobre cómo avanzar y más rápido en nuestra misión.
Al acercarnos a la culminación de la historia humana, el Departamento de Ministerio de Mayordomía se dedica a apoyar la tarea de “estimularnos al amor y a las buenas obras” (Hebreos 10: 24). Como líderes de la iglesia y educadores en mayordomía, ¿cómo podemos cumplir mejor con esta tarea? Somos polos de influencia; todo lo que hagamos o dejemos de hacer dará forma al mundo que nos rodea. Sin embargo, no todas nuestras acciones generan la misma calidad de respuesta, por lo que es prudente hacer una pausa y reflexionar sobre las formas más efectivas de aumentar nuestra influencia para el bien.
Inspirados por nuestro pasado, este número de Dynamic Steward explora cómo la educación y la promoción de la Benevolencia Sistemática pueden influir decisivamente en la participación de los miembros en el apoyo a una mayor expansión de la misión. La benevolencia sistemática se erige como el mejor camino hacia la materialización del lema tomado de la Unión de Uganda: “Iré como un mayordomo fiel”.
No tenemos la intención de desestimar la idoneidad de otros factores que influyen en las donaciones de la congregación. Muchas personas dan en respuesta a necesidades existentes percibidas, mientras que otras se ven motivadas por pedidos especiales, como lo evidencian las Escrituras. No obstante, nuestros colaboradores de Dynamic Steward a través de una exploración de la Biblia, el Espíritu de Profecía y la historia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, establecen la benevolencia sistemática (dar en respuesta y en proporción a lo que uno ha ganado o recibido) como un método principal para apoyar a la iglesia de Dios en esta generación final.
La benevolencia sistemática no siempre fue el método de donación preferido entre los adventistas sabatistas; tenían un enfoque más errático para dar. Sin embargo, con el tiempo, guiados por Dios a través de estudios bíblicos y revelaciones proféticas, reconocieron la importancia de adoptar la benevolencia sistemática para sostener la misión que se les había confiado. Elena G. de White elogió a los hermanos por adoptar la benevolencia sistemática, señalando que incluso en su infancia, “el plan de la dadivosidad sistemática está agradando a Dios”.[1] Al reflexionar sobre el efecto de un plan de donaciones sistemáticas plenamente desarrollado, Johannes Kovar comentó: “Este (el plan de benevolencia sistemática) llegó en el momento justo para la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Las misiones extranjeras y la rápida expansión de la iglesia se vieron enormemente potenciadas por el aumento de recursos que llegaron al seguir el plan bíblico de diezmos”.[2]
Además de su anclaje histórico y bíblico, la investigación en ciencias sociales y liderazgo de la iglesia ha demostrado la eficacia de la benevolencia sistemática. Varios estudios destacan las ventajas de las donaciones sistemáticas en comparación con las donaciones ocasionales, impulsivas o impulsadas por proyectos (Hoge y Yang, 1994; Hoge et al., 1996; Mundey, King, et al., 2019; Smith et al., 2008). Cuando están presentes elementos como la planificación, la promesa de donación y la donación como porcentaje, los miembros tienden a dar una cantidad mayor y un porcentaje mayor de sus ingresos. En un estudio reciente (Barbe, 2024), los pastores de la Iglesia Adventista informaron cómo su práctica de promover y enseñar “dar continuamente a Dios mientras él continúa bendiciéndonos” y transformar la donación religiosa en una “práctica constante” resultó en una situación en la que las donaciones de los miembros no disminuyeron durante la pandemia de COVID-19.
La adopción de la benevolencia sistemática demuestra cómo Dios ha guiado a su iglesia a comprender progresivamente la verdad presente acerca de dar. A través de este enfoque de donación, él ha provisto los recursos necesarios para la expansión de la misión y más. Cuando los miembros participan en la benevolencia sistemática a través del diezmo y las ofrendas, cultivan una mentalidad de poner a Dios en primer lugar y de agradecimiento.
Mientras nos esforzamos por completar lo que comenzó en 1874, unamos fuerzas para priorizar y revivir la donación sistemática.
¡Disfrútelo, impleméntelo y compártalo! ¡Maranatha!
[1] Elena G. de White, Testimonios para la iglesia, t. 1 (Bogotá, Colombia: APIA, 2003), p. 175.
[2] Johannes Kovar, “Systematic Benevolence”, last modified March 17, 2022, https://encyclopedia.adventist.org/article?id=5JHL