El quinquenio de 2015-2020, en lo que respecta a los Ministerios de Mayordomía de la División Interamericana, será recordado en la División Interamericana como uno que fue desafiante, innovador y bendecido con un gran crecimiento.
Fue desafiante porque nuestro territorio tuvo que enfrentar, durante estos últimos cinco años, situaciones que iban desde la inestabilidad social, política y económica hasta impresionantes desastres naturales que afectaron gran parte de nuestro territorio. Aunque estas situaciones están fuera del control de lo que podemos hacer como iglesia, como organización no podemos escapar del hecho de que nuestros miembros viven y se ven afectados por estas realidades. Como resultado, las consecuencias afectan a la iglesia y su misión.
Sin embargo, en medio de los desafíos, se generan oportunidades, y las oportunidades pueden convertir los desafíos en bendiciones, cumpliendo así lo que Elena G. de White escribió: “Dios da las oportunidades; el éxito depende del uso que se haga de ellas” (Profetas y reyes, p. 357).
En medio de los desafíos que se avecinan, Interamérica ha respondido con fe sencilla, confiando en el futuro de la iglesia y en el plan de Dios para ello, con oración y trabajo duro, pero también con innovación y creatividad. Mientras más desafíos enfrentan las personas que lideramos, más intentamos con la ayuda de Dios de ser una iglesia altamente orientada a las personas. Cuanto más intentamos entender eso, más nos damos cuenta quienes estamos sirviendo en los diferentes ministerios de la iglesia que nuestra responsabilidad principal es cuidar a las personas.
Es por eso que durante este quinquenio pasado tratamos de dedicarnos a ayudar a los miembros de la iglesia a crecer espiritualmente y organizar nuestras casi veintitrés mil congregaciones para que esto se pueda lograr. Durante estos últimos cinco años, el Ministerio de Mayordomía ha movilizado a un gran número de personas dedicadas, generosas y apasionadas para influir en cada miembro y familia de la iglesia de una manera positiva.
La innovación se ha visto en nuestra visión para este quinquenio, que ha tenido tres áreas de trabajo principales:
- Fortalecer la atención espiritual que reciben nuestros miembros.
- Mejorar el papel que los pastores tienen en la mayordomía en la iglesia local.
- Establecer un sistema financiero sólido en todo nuestro territorio.
La innovación también se ha reflejado en la gama de materiales que se han preparado y puesto a disposición de las iglesias de forma gratuita. Entre estos debemos destacar:
- That They Know You (Para que te conozcan): un curso de trece lecciones que estudia algunos de los maravillosos atributos o cualidades de Dios en el contexto de la mayordomía bíblica.
- Being Prosperous in Everything (Ser próspero en todo): un curso de trece lecciones sobre finanzas familiares.
- Pastor, So That You Fulfill Your Ministry (Pastor, para que cumplas tu ministerio): material especial para pastores y ancianos que les ayuda a ver su papel dentro del ministerio de mayordomía en la iglesia.
- The Church, Its Finances, and the Mission (La iglesia, sus finanzas y la misión): un curso de trece lecciones para promover la comprensión de cómo la iglesia obtiene, administra e invierte sus recursos financieros.
- Dos números especiales de las revistas Elder (Ancianos) y Ministry (Ministerio) sobre el tema de la mayordomía cristiana.
- Equipped to Succeed (Equipado para triunfar): un curso sobre mayordomía para adolescentes.
- The Creed of the Triumphant Youth (El credo de la juventud triunfante: para enseñar la mayordomía a nuestra juventud.
Todos estos materiales han ayudado durante estos cinco años a fortalecer nuestro enfoque en los miembros de la iglesia y las congregaciones, permitiendo que el mensaje llegue a los lugares donde ocurre el crecimiento de nuestra organización.
Por otra parte, quizás la estrategia más innovadora que hemos utilizado durante este período de cinco años ha sido el plan llamado Santa Convocatoria. Es una iniciativa recomendada por el Departamento de Ministerios de Mayordomía de la Asociación General y consiste en ubicar áreas en nuestro territorio donde se concentra un número significativo de congregaciones. Durante ocho días intensivos, reunimos a varios pastores, líderes y predicadores que se comprometen a predicar la palabra de Dios todas las noches en una de las congregaciones. También visitan por razones espirituales a cada familia en esa congregación. Como resultado, estamos redescubriendo la importancia de las visitas pastorales y el alimento espiritual adecuado a través de una buena predicación centrada en los miembros de la iglesia en nuestras iniciativas ministeriales.
Por todas las razones anteriormente señaladas, podemos concluir que este quinquenio, que termina en junio de 2020, ha sido bendecido por Dios. Gracias a su bendición, nuestros diezmos y ofrendas han aumentado. Pero al final, lo más importante ha sido la experiencia de hacer todo esto mientras nos aferramos a la mano del Señor y somos guiados por el Espíritu Santo. De esta manera, todo esto se convierte en un gran privilegio, dándonos la oportunidad de presenciar la transformación que Dios hace de las vidas de aquellos que deciden ser fieles a él y dedicarse a su obra. También vemos que las congregaciones espiritualmente reavivadas deciden cuidar mejor a sus miembros mientras continúan buscando a otros.
Concluimos tomando prestadas estas palabras memorables de Elena G. de White: “No tenemos nada que temer del futuro, excepto que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido, y lo que nos ha ensenado en nuestra historia pasada” (Joyas de los testimonios, t. 3, p. 443).