Reenfoque de la misión

“Reenfoque de la misión” es el tema que podría resumir tanto la reciente Consultiva de Ministerios de Mayordomía como el Concilio Anual de la Asociación General de 2022. Después de escuchar los informes, celebramos el aumento de la feligresía mundial y el crecimiento excepcional en algunas áreas del mundo. Otra razón para regocijarse es el increíble apoyo financiero que nuestros miembros brindan a la iglesia; en la mayoría de los lugares, la situación financiera se ha recuperado a la era anterior a la pandemia. Sin embargo, no podemos descartar la sugerencia del pastor G. T. Ng, el secretario ejecutivo jubilado de la Asociación General, en apoyo de un informe realista de la secretaría: “Para desinflar nuestro ego corporativo” y reconocer “el trabajo realizado y el trabajo aún no realizado”. ¡Ng nos advierte contra el triunfalismo! Como cuerpo de Cristo, el futuro de nuestra misión dependerá en gran medida de nuestra capacidad de autoconciencia.

Para una evaluación objetiva de nuestro logro, ningún ejercicio es más apropiado que revisar Apocalipsis 14: 6–12, la formulación de la misión de Dios para su iglesia remanente. Las primeras líneas de los mensajes de los tres ángeles proporcionan un criterio adecuado: En medio del cielo vi volar otro ángel que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los habitantes de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo. Decía a gran voz: “¡Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado! ¡Adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas!” (Apocalipsis 14: 6-7).[1] De acuerdo con este importante pasaje, nuestra misión de los últimos días se considera cumplida cuando todos los grupos de personas hayan recibido el evangelio eterno, que es una invitación a adorar al Dueño y Proveedor de todo.

En este sentido, dos indicadores han estado parpadeando en rojo durante los últimos cincuenta años: el número de misioneros transculturales enviados por la iglesia mundial está en declive, y la proporción entre las ofrendas y el diezmo ha bajado constantemente durante el mismo período. ¿Hay alguna relación entre estas dos variables? Esto vale la pena un poco de estudio. ¿Cómo revertimos esta tendencia malévola para completar la misión? Ser conscientes de que aún no estamos donde se supone que debemos estar es un buen punto de partida para un cambio de rumbo. ¿Qué más podemos hacer?

La versión abreviada del sermón “Reparadores de la brecha”, los artículos “Contamos lo que valoramos”, “Medidas de liderazgo de la mayordomía” y otros artículos de este número ofrecen algunas sugerencias interesantes para actualizar el “Reenfoque de la misión”. Sin embargo, creo firmemente que el punto de partida para impulsar a la iglesia a una misión diferente proviene de la pregunta retórica de Dwain Esmond: “¿Puede una iglesia que adora al 37% o al 52% proclamar efectivamente un mensaje centrado en la adoración al mundo?”[2] Nuestro mensaje se trata de adoración, y dar, servir y testificar son expresiones de adoración. De ahora en adelante, volver al altar de forma individual, regular y en familia hará del “Reenfoque de la misión” la nueva forma de ser del pueblo de Dios.

Aniel Barbe
Editor


[1] Todos los textos bíblicos son de la Reina Valera 1995. Copyright © 1995 Sociedades Bíblicas Unidas (United Bible Society). Usada con permiso. Todos los derechos reservados

[2] Se puede acceder al conjunto de recursos para la iniciativa “Back to the Altar” en: https://stewardship.adventist.org/back-to-the-altar—annual-council

Aniel Barbe

Editor