Editorial

La familia ofrece una plataforma única para el aprendizaje y la práctica de la mayordomía humana. Allí, las personas toman decisiones cruciales, experimentan reveses y celebran algunos logros excepcionales relacionados con todos los aspectos, incluidas las finanzas. La gestión financiera dentro del contexto familiar contribuye en gran medida al cumplimiento de estas palabras de Jesús: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (Juan 10: 10). Estas palabras de Elena de White establecen además la estrecha conexión entre la gestión financiera familiar y la calidad de vida: “Muchas familias pobres son pobres porque gastan su dinero tan pronto como lo reciben” (Consejos sobre Mayordomía, p. 265).

El manejo de las finanzas dentro de las familias también afecta la calidad de la colaboración en la misión de Dios. Estas palabras describen un escenario común: “Muchos no se acuerdan de la causa de Dios, y gastan descuidadamente dinero en diversiones en los días feriados, en vestidos y necedades, y cuando se hace un pedido para promover la obra en el país y en las misiones extranjeras, no tienen nada para dar, y hasta han gastado más de lo que tenían” (Elena G. de White, Consejos sobre Mayordomía, p. 247). El manejo imprudente impide a los creyentes el gozo de ser parte de la misión final. Considerando la influencia de gran alcance que la gestión financiera familiar tiene en el bienestar temporal y eterno, la iglesia es responsable de garantizar que los miembros de la familia tengan conocimientos de finanzas. Este número de Dynamic Steward persigue esta finalidad desde una perspectiva bíblica.

Un relato bíblico (2 Reyes 4:1–7) muestra que la Biblia reconoce el impacto de los problemas financieros en las familias y proporciona consejos relevantes para que los creyentes se recuperen. En pocas palabras, la historia trata sobre una familia cuyo futuro estaba amenazado por un revés financiero. El padre, que había fallecido, había contraído una deuda considerable. La madre tenía recursos limitados para pagar la deuda. Los acreedores vinieron a cobrar. Decidieron esclavizar a los dos niños si el pago no se hacía en el plazo fijado. Sin embargo, la historia tuvo un final feliz.

Al igual que con otros pasajes bíblicos, nuestro texto proporciona sugerencias esclarecedoras para el viaje desde la desesperación financiera a la vida:

  • Corre primero hacia Dios

La naturaleza del desafío era financiera, pero la viuda decidió correr primero hacia el hombre de Dios.

  • Reconoce lo que has recibido

La viuda vino a buscar ayuda; el profeta primero la llevó a ver lo que ya había recibido.

  • Utiliza las oportunidades disponibles

Percibían su entorno como amenazador, pero les ofrecía algunas oportunidades únicas. Los milagros ocurren cuando utilizamos los recursos que Dios nos ha dado para aprovechar las oportunidades disponibles.

  • Aplica la regla del éxito

Nada habría impedido que Dios hiciera volar las tinajas desde las casas de los vecinos hasta la casa de la viuda, pero la mujer y los hijos tuvieron que esforzarse al máximo.

  • Cree en el buen plan de Dios

El número de tinajas recogidas reflejaba la fe de la madre soltera, y el milagro no se extendió más allá de los límites de su fe.

  • Siempre corre hacia Dios

Cuando las tinajas se llenaron hasta el borde, la familia decidió no ir al mercado a vender el aceite, pagar a los acreedores y disfrutar de la abundancia, sino primero expresar gratitud y buscar instrucciones sobre cómo administrar los recursos de la fuente de bendición.

Nuestros colaboradores en este número amplían estos principios de vida y hacen recomendaciones perspicaces para que las familias de Dios vivan la vida al máximo.

¡Disfruta e invierte en la crianza de familias bendecidas!


Aniel Barbe

Aniel Barbe Editor